lunes, 28 de abril de 2008

Con las manos atadas a la espalda...

y como es de horrible sentirse así, sentir que no puedes hacer absolutamente nada... ni para hacer cosas, ni para evitar algunos otros detalles incómodos... no saber que sucede, no saber en donde estoy, no saber que hacer, ni que camino seguir... yo quisiera sentir sus manos... o escuchar sus palabras y saber la verdad de todo, porque antes era una laguna cristalina, y ahora este sentimiento me ciega sin saber las cosas... y solo puedo confiar en las cosas que se perciben con el tacto... me duele saber que perdi esa habilidad... quisiera que me lo dijera todo, o tal vez, si lo hace, pero si es asi... por que yo no lo siento de esta manera, y es que es tan prufundo el cielo, y no necesito haberlo visto todo para saberlo... y sin importar nada, aqui sigo, aqui estoy parada... preguntandome si hay algo mas que pueda hacer... tiempo, dime a que juegas...